jueves, 16 de abril de 2009

Bacteria E.Coli


Hace veintitrés años, una bacteria intestinal inofensiva llamada E. Coli desarrolló la capacidad de matar a la gente a través de la intoxicación alimentaria, provocando diarrea sanguinolenta y fallo renal. Las bacterias E. Coli viven normalmente en el intestino y no crean ningún peligro, pero algunas variedades pueden causar esa intoxicación alimentaria fatal. Una de las más peligrosas es la E. Coli O157, la cual es transportada por el ganado (principalmente vacuno), y puede entrar en la cadena alimentaria destinada al consumo humano, por vía de la carne contaminada y un inadecuado procesamiento de los alimentos.

En algún momento, antes de 1982, un virus desconocido que ataca a las bacterias pasó una parte de su código genético a la E. Coli, permitiendo que algunas cepas produzcan la toxina Shiga. Este veneno mortal causa la grave infección alimentaria que da lugar a los terribles síntomas descritos.

El equipo ahora ha descubierto cómo el virus pudo infectar la E. Coli, identificando un nuevo pero común receptor en la superficie de las células de la E. Coli, que permite a los virus entrar en las bacterias. Una vez dentro, el virus incorpora el nuevo material genético a la bacteria, dotándola de la habilidad para producir la toxina Shiga.

Con el fin de reducir la probabilidad de contacto con la E. Coli, Heather Allison, de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Liverpool, recomienda evitar la carne picada de vaca poco cocinada; comestibles en general que hayan estado en contacto con heces de ganado y no se hayan cocinado o lavado correctamente; agua no tratada, contaminada con heces del ganado; y alimentos cocinados que hayan estado en contacto con carne contaminada cruda.

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